La nueva forma de educar no sólo va a tener lugar en las escuelas o en los centros de trabajo, sino que va a estar integrada en nuestra vida cotidiana, cultivando esta manera de aprendizaje continuo durante toda la vida guiado por la innovación. El uso de la tecnología en la práctica de la enseñanza debe dar prioridad a aquellos formatos que se adaptan mejor a los estudiantes para desarrollar las habilidades que van a necesitar en función de la evolución esperada del mercado de trabajo en los próximos años.
© Fundación Telefónica. Todos los derechos reservados