La Directora general de Bachillerato Internacional, Siva Kumari, habla desde la perspectiva de lo que sí está funcionando en la educación. Para ello, presenta la labor que desde Bachillerato Internacional llevan a cabo. Su filosofía se centra en una educación internacional donde su máxima es formar a sus alumnos para ser mejores personas y con un pensamiento crítico. Considera que es necesario sacar provecho del gran abanico de posibilidades que este mundo digital hiperconectado ofrece, en lugar de sentirnos desbordados por la ingente cantidad de información que nos rodea. Por su lado, la Confundadora de SkySchool, Polly Akhurst, pone de manifiesto la importancia de los servicios comunitarios como elemento curricular del bachillerato internacional, puesto que inculca esa parte humana tan necesaria en el mundo de hoy. El Director del Vienna International School, Peter Murphy, pone de manifiesto, desde su experiencia personal a lo largo de toda su trayectoria profesional, que uno de los principales retos a los que se enfrenta la educación es a la intervención política. Lo que le resulta interesante del bachillerato internacional es que pretende ser un marco internacional sin estar regido por una única perspectiva nacional, sino que toma las mejores prácticas a nivel global y ofrece grandes oportunidades a los jóvenes para descubrir su pasión y experimentar un amplio abanico de disciplinas curriculares que hacen que estén perfectamente preparados para el futuro. El Consejero de Educación de Andalucía, Javier Imbroda, apuesta por despolitizar la educación y por el bachillerato internacional en Andalucía. Entre sus principales líneas de actuación se incluye explorar nuevas fórmulas para que tanto los jóvenes como los docentes estén formados de la mejor manera posible en este mundo global. Considera que el tiempo de transferir conocimiento a información se ha terminado y lo que prima ahora es descubrir el talento de los jóvenes y que se les permita desarrollar sus capacidades. Dos de sus máximas prioridades son, por un lado, la formación profesional y, por otro, el alumnado vulnerable ya que, precisamente en las desigualdades educativas, es donde nacen las desigualdades sociales.
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